Participación social y medio ambiente
La cuestión de la sostenibilidad no puede abordarse sólo desde la óptica de lo que ha ocurrido en los últimos años. Es innegable que el planeta está sufriendo una transformación sin precedentes, por lo que nuestra experiencia previa puede ser engañosa.
La cuestión fundamental es distinguir entre los hechos que están apoyados por la evidencia empírica y las posibles políticas diseñadas para enmendar los problemas ambientales.
Una pregunta como, por ejemplo, cuántos recursos económicos deben sacrificarse por conservar el medio ambiente es algo que trasciende el análisis científico y no puede resolverse sin un planteamiento ideológico. Cuánto nos importa la Naturaleza y cuanto estamos dispuestos a pagar por ello es algo que debe decidir la Sociedad en conjunto.
El punto de partida del debate ambiental y del diseño de políticas destinadas a contrarrestar la degradación del medio ambiente debe ser la mejor evidencia científica disponible y todas las partes –ecologistas, políticos, empresarios y ciudadanos en general– debemos tener un mínimo de rigor y respeto a la verdad para dar cauce a la movilización social.
La cuestión fundamental es distinguir entre los hechos que están apoyados por la evidencia empírica y las posibles políticas diseñadas para enmendar los problemas ambientales.
Una pregunta como, por ejemplo, cuántos recursos económicos deben sacrificarse por conservar el medio ambiente es algo que trasciende el análisis científico y no puede resolverse sin un planteamiento ideológico. Cuánto nos importa la Naturaleza y cuanto estamos dispuestos a pagar por ello es algo que debe decidir la Sociedad en conjunto.
El punto de partida del debate ambiental y del diseño de políticas destinadas a contrarrestar la degradación del medio ambiente debe ser la mejor evidencia científica disponible y todas las partes –ecologistas, políticos, empresarios y ciudadanos en general– debemos tener un mínimo de rigor y respeto a la verdad para dar cauce a la movilización social.
Ciudadanos del planeta
Desde su aparición en la Tierra la población humana creció lentamente. Se estima que en el siglo primero la población mundial era de alrededor de 300 millones. Desde entonces hasta mediados del siglo XVIII llegó a 800 millones. La población humana se duplicaba aproximadamente cada 1,500 años. Con esa tasa de crecimiento la población habría llegado a los 1,600 millones hasta el año 3250.
Pero hacia el año 1800 la tasa de incremento había comenzado a acelerarse y en 1900 la población del mundo llegó a 1,700 millones, esto debido a la creciente urbanización asociada al desarrollo industrial, por la aplicación de medidas sanitarias como la eliminación de algunas enfermedades endémicas y por la aplicación de nuevas tecnologías a la producción de alimentos.
En suma, la humanidad había empezado a apropiarse de una manera diferente de los recursos naturales y a ocupar de un modo distinto el territorio habitable sobre la superficie de la Tierra.
Con este nuevo modelo de desarrollo aparecen problemas asociados al hacinamiento, el transporte, la fragmentación social y territorial, la inseguridad y la contaminación, que se volvieron poco a poco una preocupación para muchas personas y dieron paso a una nueva conciencia sobre nuestra relación con el Planeta.
Pero hacia el año 1800 la tasa de incremento había comenzado a acelerarse y en 1900 la población del mundo llegó a 1,700 millones, esto debido a la creciente urbanización asociada al desarrollo industrial, por la aplicación de medidas sanitarias como la eliminación de algunas enfermedades endémicas y por la aplicación de nuevas tecnologías a la producción de alimentos.
En suma, la humanidad había empezado a apropiarse de una manera diferente de los recursos naturales y a ocupar de un modo distinto el territorio habitable sobre la superficie de la Tierra.
Con este nuevo modelo de desarrollo aparecen problemas asociados al hacinamiento, el transporte, la fragmentación social y territorial, la inseguridad y la contaminación, que se volvieron poco a poco una preocupación para muchas personas y dieron paso a una nueva conciencia sobre nuestra relación con el Planeta.
Ecologismo internacional
Desde fines del siglo XIX se desarrolló en Europa y en Estados Unidos un proceso, ligado a las ideas del romanticismo y la visión estética de la naturaleza, que tendía a la preservación de lo natural con fines estéticos y didácticos y buscaba proteger las llamadas "bellezas naturales" y dio como resultado la creación de los primeros parques nacionales.
Surgió luego el llamado "conservacionismo utilitario" –como resultado de los primeros avances de la ciencia forestal y de las preocupaciones de los cazadores por la disminución de las especies–, que tenía como objetivo la posibilidad de una explotación sostenible de los bosques y de la caza, y contribuyó ampliar el concepto de las “reservas”.
A partir de mediados de la década de 1960 se fue desarrollando un conjunto de ideas alrededor del tema del ambiente y de su relación con las actividades y actitudes de la sociedad, en torno a las cuales se formaron diversos movimientos sociales y políticos vinculados por su preocupación por las relaciones socioambientales.
El ecologismo es el activismo de la ecología, en el sentido de constituir un movimiento cívico que pretende aplicar los conceptos ecológicos al cuidado del ambiente. Se basa en la idea de que el ser humano sólo podrá integrarse perfectamente a la biosfera a través de profundos cambios estructurales en la moderna sociedad de consumo; cambios que sólo podrán ser posibles si los humanos incorporamos a nuestra cultura la idea de que somos una parte del ambiente, como cada uno de los otros componentes de un ecosistema.
Aparejado con el avance de las telecomunicaciones y la identificación por parte de la comunidad científica de problemas de orden mundial como la deforestación, el adelgazamiento de la capa de ozono y el cambio climático, el ecologismo ha pasado a ocupar un lugar en el sentido común de la gente, es parte de lo cotidiano, indispensable en la formulación de políticas públicas tanto nacionales como internacionales, y referencia cada vez más obligada de las empresas y de las ideas en torno al consumo.
Trayectoria histórica de la Ecología Humana y del Ecologismo
Ecologismo: una fuerza política
Surgió luego el llamado "conservacionismo utilitario" –como resultado de los primeros avances de la ciencia forestal y de las preocupaciones de los cazadores por la disminución de las especies–, que tenía como objetivo la posibilidad de una explotación sostenible de los bosques y de la caza, y contribuyó ampliar el concepto de las “reservas”.
A partir de mediados de la década de 1960 se fue desarrollando un conjunto de ideas alrededor del tema del ambiente y de su relación con las actividades y actitudes de la sociedad, en torno a las cuales se formaron diversos movimientos sociales y políticos vinculados por su preocupación por las relaciones socioambientales.
El ecologismo es el activismo de la ecología, en el sentido de constituir un movimiento cívico que pretende aplicar los conceptos ecológicos al cuidado del ambiente. Se basa en la idea de que el ser humano sólo podrá integrarse perfectamente a la biosfera a través de profundos cambios estructurales en la moderna sociedad de consumo; cambios que sólo podrán ser posibles si los humanos incorporamos a nuestra cultura la idea de que somos una parte del ambiente, como cada uno de los otros componentes de un ecosistema.
Aparejado con el avance de las telecomunicaciones y la identificación por parte de la comunidad científica de problemas de orden mundial como la deforestación, el adelgazamiento de la capa de ozono y el cambio climático, el ecologismo ha pasado a ocupar un lugar en el sentido común de la gente, es parte de lo cotidiano, indispensable en la formulación de políticas públicas tanto nacionales como internacionales, y referencia cada vez más obligada de las empresas y de las ideas en torno al consumo.
Trayectoria histórica de la Ecología Humana y del Ecologismo
Ecologismo: una fuerza política