Educación ambiental
Una de las recomendaciones importantes de la Conferencia de Estocolmo –primera reunión intergubernamental sobre el medio ambiente celebrada en el año 1972– está referida a la necesidad de establecer un programa internacional de educación sobre el medio ambiente, de carácter interdisciplinario, para la educación formal y no formal.
Desde entonces, el concepto de educación ambiental se ha enriquecido, y de ser considerada una materia de conservación de la naturaleza y vinculada con la biología, ha pasado a tener una visión integral de la relación sociedad-naturaleza.
Hoy se reconoce la necesidad de hacer participar activamente a los ciudadanos, en todos los niveles, en la resolución de los problemas del medio ambiente, así como la importancia de que todo el mundo adquiera los conocimientos, competencias, actitudes y voluntad necesarios para proteger y mejorar el entorno.
Desde entonces, el concepto de educación ambiental se ha enriquecido, y de ser considerada una materia de conservación de la naturaleza y vinculada con la biología, ha pasado a tener una visión integral de la relación sociedad-naturaleza.
Hoy se reconoce la necesidad de hacer participar activamente a los ciudadanos, en todos los niveles, en la resolución de los problemas del medio ambiente, así como la importancia de que todo el mundo adquiera los conocimientos, competencias, actitudes y voluntad necesarios para proteger y mejorar el entorno.
Educación para el desarrollo sostenible
En la Conferencia Internacional de Nairobi (1976) la UNESCO propuso la creación del Programa Internacional de Educación Ambiental, y en 1977 se realizó la Conferencia Intergubernamental sobre Educación Ambiental, convocada por la UNESCO en colaboración con el PNUMA, en Tibilisi (ex URRS). En dicha conferencia se llegó a un acuerdo unánime respecto de la importancia del papel de la educación ambiental en la conservación y mejoramiento del medio ambiente a nivel mundial. Se definieron contenidos de la educación ambiental y se establecieron las políticas y estrategias a escala internacional.
En el Congreso Internacional de Moscú (1987), en el que participaron 110 países, se definió el concepto de educación ambiental como un proceso en el cual los individuos y las colectividades se hacen concientes de su entorno, a partir de los conocimientos, los valores, las capacidades, las experiencias y la voluntad, de tal forma que puedan actuar individual y colectivamente para resolver problemas ambientales.
En la Conferencia de Río, en 1992, se incorporó en el documento Agenda 21 (capítulo 36) la propuesta de que los aspectos relativos al ambiente deben ser incorporados a todos los programas escolares, en sus diferentes niveles. Luego, en octubre de ese mismo año se realizó en Toronto, Canadá, el Congreso Internacional de Educación Ambiental en el que se confirmó el planteamiento de la Agenda 21 y se consolidó la estrategia de trabajo intersectorial e interinstitucional para fortalecer la educación ambiental, tanto a nivel internacional como a nivel regional.
En el Congreso Internacional de Moscú (1987), en el que participaron 110 países, se definió el concepto de educación ambiental como un proceso en el cual los individuos y las colectividades se hacen concientes de su entorno, a partir de los conocimientos, los valores, las capacidades, las experiencias y la voluntad, de tal forma que puedan actuar individual y colectivamente para resolver problemas ambientales.
En la Conferencia de Río, en 1992, se incorporó en el documento Agenda 21 (capítulo 36) la propuesta de que los aspectos relativos al ambiente deben ser incorporados a todos los programas escolares, en sus diferentes niveles. Luego, en octubre de ese mismo año se realizó en Toronto, Canadá, el Congreso Internacional de Educación Ambiental en el que se confirmó el planteamiento de la Agenda 21 y se consolidó la estrategia de trabajo intersectorial e interinstitucional para fortalecer la educación ambiental, tanto a nivel internacional como a nivel regional.
Conocer para cuidar
La Recomendación número 1 de la Conferencia Intergubernamental sobre Educación Ambiental, celebrada en Tbilisi en 1977, establece:
Estas recomendaciones ponen de manifiesto el conjunto de mediaciones que caracterizan a la educación ambiental y evitan, en consecuencia, su reducción a lo ecológico. Además, al hacer hincapié en la determinación histórica de los problemas y en su interdependencia con el orden económico mundial, impiden depositar en la educación expectativas que no le corresponden.
Concebir a la educación ambiental desde esta perspectiva comprensiva y comprometida la orienta a ser transformadora de la relación naturaleza-sociedad.
- Aunque sea obvio que los aspectos biológicos y físicos constituyen la base natural del medio humano, las dimensiones socioculturales y económicas y los valores éticos definen por su parte las orientaciones y los instrumentos con los que el hombre podrá comprender y utilizar mejor los recursos de la naturaleza con objeto de satisfacer sus necesidades.
- La educación ambiental es el resultado de una reorientación y articulación de las diversas disciplinas y experiencias educativas que facilitan la percepción integrada del medio ambiente, haciendo posible una acción más racional y capaz de responder a las necesidades sociales.
- Un objetivo fundamental de la educación ambiental es lograr que los individuos y las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente natural y del creado por el hombre, resultante de la interacción de sus aspectos biológicos, físicos, sociales, económicos y culturales y adquieran los conocimientos, los valores, los comportamientos y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la cuestión de la calidad del medio ambiente.
- Propósito fundamental de la educación ambiental es también mostrar con toda claridad las interdependencias económicas, políticas y ecológicas del mundo moderno, en las que las decisiones y comportamientos de diversos países pueden tener consecuencias de alcance internacional.
Estas recomendaciones ponen de manifiesto el conjunto de mediaciones que caracterizan a la educación ambiental y evitan, en consecuencia, su reducción a lo ecológico. Además, al hacer hincapié en la determinación histórica de los problemas y en su interdependencia con el orden económico mundial, impiden depositar en la educación expectativas que no le corresponden.
Concebir a la educación ambiental desde esta perspectiva comprensiva y comprometida la orienta a ser transformadora de la relación naturaleza-sociedad.